jueves, 26 de diciembre de 2013

¿Tiene que pagar la ciudadanía las deudas de sus políticos?


























Este artículo fue publicado en dos partes en United Explanations el 11 y 12 de diciembre:

El concepto de deuda odiosa y sus antecedentes


La deuda ilegítima u odiosa es una noción de Derecho internacional que últimamente hemos visto relacionada con la situación financiera de España y en general, de los países de Europa más endeudados como Irlanda, Grecia y Portugal. Pero, ¿en qué consiste exactamente?

Se trata de una teoría jurídica que sostiene que la deuda nacional en la que incurre un régimen para propósitos contrarios a los intereses de la propia nación y sus ciudadanos, no debería ser exigible. De acuerdo con esta doctrina, una deuda considerada ilegítima sólo se podría requerir de manera personal a quien la contrajo, y por tanto, el estado que representase no tendría que hacerse responsable de la misma. En estos casos, se considera que los prestatarios han actuado de mala voluntad y a sabiendas del daño ocasionado, lo cual es suficiente para que estos contratos sean nulos legalmente.

Alexander Sack fue el encargado de formalizar esta teoría, y resumió las 3 particularidades que nos sirven para identificar una deuda odiosa:
  • El gobierno del país recibe un préstamo sin el conocimiento ni la aprobación de los ciudadanos.
  • El préstamo se destina a actividades no beneficiosas para el pueblo.
  • Aunque el prestamista está informado de la situación descrita en los puntos anteriores concede el préstamo -normalmente por el alto interés que recibirá-.

Esta doctrina ha sido utilizada como herramienta económica y política en multitud de ocasiones a lo largo de la historia, aunque como veremos, aplicada con distinta fortuna y de desigual manera en función de la posición de la nación que intenta hacer uso de la misma.


Mapa porcentaje deuda pública sobre el PIB, datos 2007 [Fuente: Wikipedia]

Veamos algunos ejemplos de deuda odiosa


Se tiene constancia de numerosas anulaciones generalizadas de deuda en Mesopotamia desde el milenio III a.C. La piedra de Rosetta refleja que también el Egipto de los faraones tenía por tradición liberar al pueblo de sus deudas. Estas políticas solían aplicarse en respuesta al excesivo poder de los acreedores, derivado de intereses desproporcionados y condiciones abusivas. Ocasiones en las que la devolución de la deuda se consideraba imposible en la práctica, no sólo por tratarse de cantidades desmedidas, sino porque su devolución habría generado una merma importante en el capital humano y productivo de la población que afronta estas deudas. Así que muchas de estas condonaciones eran producto de la necesidad que los gobernantes tenían de disponer de su pueblo en plenas condiciones para, por ejemplo, recaudar impuestos o reclutar soldados.

Ya en el s. XIX, José de San Martín proclamó que el pueblo del Perú no debía de pagar su deuda colonial, cuyos fondos fueron usados para apoyar al Virreinato y en contra de sus habitantes. Pedro I de Brasil (posteriormente IV de Portugal) en 1832 se negó a pagar la deuda en la que incurrió su hermano Miguel de Braganza con banqueros extranjeros siendo este último rey de Portugal, aludiendo a que los acreedores sabían que Miguel no era el heredero legítimo. Sucesos similares se dieron en México (1867) con la deuda contraída por el rey Maximiliano I, en Cuba (1898) con la deuda contraída con España, o en Costa Rica (1923) con la deuda en la que incurre su presidente Tinoco Granados; todas estas obligaciones fueron impagadas por servir a los intereses personales de sus gobernantes en lugar de a los intereses de la nación.


Acuerdo de Londres sobre la deuda alemana en 1953
[Fuente: Wikipedia]
La quita de deuda más famosa realizada en Europa la llevaron a cabo Estados Unidos, Reino Unido y Francia a la República Federal Alemana (RFA) por la deuda generada en el periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial. Las deudas privadas de la RFA se redujeron en un 62% tal y como se acordó en Londres en 1953.

En lo que llevamos de siglo ya hemos presenciado algún que otro caso. Argentina tras el corralito en 2001, ante la imposibilidad de hacer frente a su deuda externa, abrió una investigación que concluyó que su sistema financiero fue manipulado por determinados bancos extranjeros y multinacionales, entre otras cosas, para lavar dinero y saquear recursos y activos. Esta investigación derivó en la mayor suspensión de pagos de un Estado en la historia y la renegociación de las condiciones de pago.

Estados Unidos forzó a Francia y Rusia en 2003 a admitir una reducción del 80% de la deuda iraquí, de la cual eran sus principales acreedores, con la condición de estos de que no fuese nombrado el concepto de deuda odiosa. Este dato nos da una idea del temor que tienen muchos estados acreedores a que se popularice este concepto.


El presidente de Ecuador, Rafael Correa [Fuente: Wikipedia]
En Ecuador en 2008, al principio de la presidencia de Correa y tras destinar más del 50% de los recursos del estado al pago de la deuda externa, se hizo un estudio pormenorizado de su procedencia, concluyendo que gran parte de la misma era ilegítima. Se anunció una quita del 70% en bonos de deuda pública, y los mercados acreedores respondieron vendiendo estos títulos a precios muy por debajo de su valor. El gobierno de Correa aprovechó para comprar en secreto parte de estos bonos, lo que le sirvió para reducir considerablemente su deuda real y los intereses a pagar a futuro.

El caso más reciente se dio en Haití, como consecuencia del terremoto de 2010. La comunidad internacional condonó la enorme deuda externa ante la imposibilidad de recuperar la suma prestada, ya que además se dispuso para el enriquecimiento personal de la familia Duvalier.

Hay que tener en cuenta que, por regla general, la nación que decide condenar una deuda unilateralmente, sufre a cambio en mayor o menor medida un cierto aislamiento internacional como forma de presión, al menos en un primer momento. Pero esta medida sólo se suele poner en práctica en casos extremos de corrupción o de imposibilidad de pago, por lo que, una vez aceptado que la nación prestataria no va a poder afrontar la devolución, los acreedores internacionales intentarán llegar a un acuerdo para recuperar la parte que se haya renegociado devolver. Algunos de los casos anteriores se llevaron a cabo sin apenas respaldo exterior, y en todo caso, ha resultado en un tremendo alivio para las finanzas del estado.


Se suele comparar la doctrina de la deuda ilegítima con el concepto de nulidad de los contratos firmados bajo coacción, ya que en ambos casos, el ciudadano y la nación estarían indefensos antes los desmanes de aquella o aquellas personas que se aprovecharon de estos acuerdos.

Por supuesto, cuanto más favorable sea la posición de poder de una nación, más apoyo internacional recibirá para forzar o evitar una declaración de deuda odiosa. Existen también numerosos casos reclamados y no satisfechos de deuda odiosa. Muchas de estas reclamaciones proceden de países con regímenes totalitarios, -como el caso de Túnez contra los préstamos concedidos a Ben Alí durante los 23 años que estuvo en el poder, y cuyos fondos destinó a su enriquecimiento personal- o de un buen número de naciones del Tercer Mundo. Pero recientemente han surgido demandas de anulación de deuda desde países europeos como respuesta a las exigencias de austeridad a los estados por parte de organismos como el FMI y el BCE. Estos son los casos principalmente de Irlanda, Portugal, Grecia y España.

En estas naciones, organizaciones de todo tipo han solicitado la auditoría de los préstamos solicitados y total transparencia sobre la utilización de estos fondos, así como la declaración de toda deuda que cumpla las condiciones antes enunciadas, como odiosa. Esta opción se propone como alternativa a los recortes draconianos que continúan realizando los gobiernos de estos países con tal de no retrasarse en el pago de la deuda y sus intereses.

Soluciones ante el descontrol de la deuda española



Protestas solicitando un referéndum para esclarecer la deuda odiosa [Fuente: spainrevolution.com]




















En el caso de España, la ciudadanía ha considerado especialmente injusto el despilfarro del que han hecho gala muchos políticos a la hora de gestionar el erario público. Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido el tratamiento que ha dado el gobierno a ciertas deudas privadas, especialmente la de las cajas de ahorro y entidades bancarias, que han sido “rescatadas”, o lo que es lo mismo, el estado ha intervenido con dinero público para evitar su quiebra.

Y no es de extrañar el descontento generalizado, ya que desde el punto de vista económico, la aplicación de este tipo de inyecciones de capital público se puede entender como una especie de socialismo para banqueros fracasados. Una nacionalización de la banca, pero sin que pase a pertenecer al estado el ente adquirido, quedando en las mismas manos que provocaron el descalabro. Se socializan las pérdidas de entidades cuyos beneficios en épocas mejores engordaron los bolsillos de sus accionistas.

[Fuente: Gurusblog]
Esta opinión ha salido reforzada al conocer que buena parte de los supuestos préstamos directos (hasta el momento, 36.000 millones de euros de un total de 52.000, o 59.000 según otros cálculos) se han entregado a la banca a fondo perdido, es decir, jamás va a retornar a las arcas públicas.

Además de estos rescates, el importe total de las ayudas a la banca no estaría del todo claro (hay un baile de números considerable dependiendo de la fuente), debido en buena parte al ocultismo del gobierno y lo enrevesado de algunas fórmulas de rescate. Como dato, un informe del FMI de julio de este año cifra el total de ayudas del estado español al sector bancario en 246.000 millones de euros desde el 2009 (aunque también existen cálculos mucho más abultados). Es difícil saber qué cantidad de estas ayudas se convierte en deuda pública, pero algunos análisis consideran que, hasta el momento, puede alcanzar la suma de 138.000 millones, equivalente a un 13% del PIB nacional.

El condescendiente trato brindado por el gobierno al sobre-endeudamiento del sector bancario, contrasta con la dureza que emplean las fuerzas de seguridad del estado cuando los entes rescatados hacen efectivas las cláusulas hipotecarias en respuesta a los impagos.El drama de los desahucios no es uno de tantos, ya que afecta de manera negativa y muy directa a la percepción ciudadana de las políticas del gobierno, puesto que el actor principal (la banca) es el mismo que ha recibido ingentes cantidades de dinero público sin el consentimiento de los ciudadanos.

La clase política española ha jugado un papel fundamental en el derroche que ha llevado a la economía al punto donde está. En España la deuda privada supera con mucho margen a la pública. El problema es que buena parte de esta deuda privada pertenece a las cajas de ahorros. Y las cajas han sido instrumentos financieros manejados a su antojo por políticos y caciques locales, financiando proyectos nefastos e imposibles que han provocado enormes agujeros en los presupuestos públicos.

Encontramos ejemplos de este tipo de megaproyectos fracasados en prácticamente todas las regiones del país: el aeropuerto de Castellón, la “ciudad fantasma” de Seseña, las numerosas y arruinadas construcciones de Calatrava, la expo del agua en Zaragoza, el circuito de Fórmula 1 de Valencia, la celebración de la Copa América, la Caja Mágica, las candidaturas olímpicas de la ciudad de Madrid… y estos son sólo algunos de los ejemplos de despilfarro más mediáticos por sus dimensiones económicas y sociales. En la wiki del movimiento 15M, podemos encontrar una recopilación de otros muchos gastos innecesarios y excesivos. Algunas de estas obras faraónicas además están relacionadas con tramas de corrupción, como es el caso del pabellón Palma Arena.

El (des)control de las cajas, el boom de la construcción y las redes clientelares regionales han creado un caldo de cultivo perfecto para la generalización de la corrupción política y empresarial. Estas redes han sido decisivas a la hora de dilatar la burbuja inmobiliaria y forzar su pinchazo.

[Fuente: eduardogarzon.net]


























Llegados a este punto, nos preguntamos: ¿cumple España con los 3 condicionantes necesarios para declarar su deuda ilegitima?


La economía española ha basado su crecimiento durante su “época dorada” en aumentar descontroladamente su nivel de deuda. Muchos de los ejemplos de gasto desmedido enumerados anteriormente cuadran fácilmente y sin mayor análisis con los requisitos para considerar su financiación ilegítima. Ni respondían a una necesidad, ni se llevaron a cabo con la aprobación de quien finalmente ha soportado los costes, la ciudadanía.

Los acreedores de la deuda pública, en un 95% entidades financieras nacionales y extranjeras, eran conscientes del estado de endeudamiento de las administraciones prestatarias y del uso que se iba a hacer de estos fondos. Además hay que tener en cuenta que el dinero prestado por estas entidades, lo han recibido a su vez del BCE, un organismo público, con tipos de interés extremadamente favorables.

Entre tanto, las arcas españolas han presupuestado para 2014 el pago de 37.000 millones de euros tan solo para liquidar intereses de deuda pública. Una deuda que alcanzará el 100% del PIB el año próximo (máximos históricos), en gran medida gracias al traspaso de deuda privada a deuda pública llevada a cabo por los gobiernos de Zapatero y Rajoy (en 2007 estaba en torno al 44%).


¿Qué hacemos?


El libro recientemente publicado “¿Qué hacemos con la deuda?”, nos ayuda a comprender el escenario real de crisis de deuda y las posibles soluciones a adoptar. En una interesante entrevista, Bibiana Medialdea, economista y coautora de este trabajo, defiende una auditoría ciudadana pormenorizada que nos permita diferenciar con la mayor exactitud posible la cantidad de deuda pública que se puede considerar odiosa. Aunque la casuística en este tipo de procesos es muy variada, según podemos leer en la entrevista, tendríamos algunas características comunes a todos ellos. En primer lugar, aunque resulte obvio, si se habla de impago, es porque la parte deudora no puede pagar. Por otro lado, en función del acuerdo al que se llegue, el resultado del impago puede ser muy diferente. Y finalmente, como puntualizábamos en la primera parte del artículo, la correlación de fuerzas entre estados va a ser determinante en el reparto de pérdidas.


Comedor popular “Er Banco Güeno” situado en una antigua entidad financiera
[Fuente: anticapitalistes.net]
Una crisis de deuda siempre implica algún tipo de impago, por lo que aquello que estaría por decidir no es si se impaga o no, si no cómo se reparten las consecuencias de esas quitas. Además de auditorías a todos los niveles (desde local a nacional) que favorezcan una quita de deuda, Medialdea considera esencial una revisión de las políticas económicas emprendidas para salvar esta situación. El gobierno español ha centrado sus esfuerzos en cumplir con el objetivo de déficit impuesto por la troika y en conservar los beneficios (o evitar las pérdidas) de las grandes corporaciones, en detrimento de los servicios sociales básicos y el crecimiento económico basado en la intervención del estado para fomentar la creación de empleo. Esta decisión nos ha sumergido en un bache económico aún más profundo, a la vez que ha despojado a la ciudadanía de su capacidad de decisión.

Aunque hubiese una voluntad política, los elevados niveles de deuda limitan considerablemente los alcances de las políticas económicas destinadas a la recuperación. Por esta razón, cada vez son más los agentes sociales que reclaman una auditoría ciudadana en España como la solución más justa. Movimientos ciudadanos de todo tipo, como ATTAC, 15MpaRato o la Plataforma de Auditoría Ciudadana de la Deuda, así como algunas organizaciones políticas, como Izquierda Unida o Compromís se han mostrado favorables a esta alternativa, y en muchos casos continúan presionando para auditar la deuda pública y renegociar lo que corresponda. En el trasfondo de esta discusión está la cuestión de hasta qué punto las obligaciones de deudas contraídas por un estado han de ponerse por encima de la soberanía de su pueblo y el bienestar de las personas. Los ciudadanos deberíamos poder ser partícipes de las decisiones de gasto público, puesto que la administración del mismo representa una parte importante de la soberanía de la que supuestamente disfrutamos.

Foto de portada: War of wealth bank run [Fuente: Wikipedia]

viernes, 6 de diciembre de 2013

Cómo manipular la realidad para que tu ideología no sufra


El tratamiento de la muerte de Mandela por parte de algún medio me tiene algo intrigado. 

No hay duda de que Mandela fue un luchador, una persona que se sacrificó en busca de la igualdad social. Simpatizaba profundamente con los ideales comunistas. De hecho, uno de sus principales valedores fue Fidel Castro.

Nelson Mandela también hizo uso de la lucha armada para enterrar la discriminación racial. En su lucha por los derechos civiles se sirvió de la violencia para responder al monopolio de la misma que ejercía el estado sudafricano. Recordemos que hasta 2008, Mandela estaba incluido en la lista oficial de terroristas de EE.UU. El discurso oficial reza que, durante su estancia en prisión, abandonó la convicción de que la lucha armada sería de utilidad para llegar a ese ideal de igualdad. La realidad es que cuando comenzó su actividad política, defendió el uso de acciones de protesta y desobediencia civil pacíficas. Sólo se sumó a la resistencia armada después de la Masacre de Sharpeville en 1960.


No es el objeto de esta reflexión discutir sobre la conveniencia del uso de la violencia para combatir otra violencia, o el monopolio de la misma, simplemente reflexionar sobre el tratamiento que se ha dado a su figura después de su muerte.   

Los medios nacionales e internacionales, de izquierdas o derechas, coinciden en ensalzar la figura de Nelson Mandela


El problema viene cuando eres un medio, persona u organización de derechas, y tienes que alabar la lucha de Mandela por los derechos civiles y contra el apartheid (entiendo que por corrección política), mientras que tu argumentario se basa en sacar réditos del discurso anti-terrorista oficial, y defiendes a capa y espada la cadena perpetua para aquellas personas que consideren la lucha armada contra un régimen represivo. Este tipo de medios, personas u organizaciones, que mientras elogian la figura de Mandela, piden la aplicación de la infame (jurídicamente hablando) doctrina Parot, o promulgan leyes para represaliar desproporcionadamente cualquier tipo de protesta (como es la Ley de Seguridad Ciudadana desarrollada por el PP). 


Esta lógica te puede llevar a escribir titulares tan ridículos como el que hemos leído hoy en La Razón, en el que nos dan a entender que el mayor mérito de Mandela a lo largo de su dilatada y movida trayectoria, ha sido llevar a su país el mundial de fútbol. Nivelazo.

Y si creías que no se podía caer más bajo, atento al artículo de Cesar Vidal en este mismo diario, en el que culpa del apartheid en Sudáfrica a...(redoble) ¿lo adivináis? ¡¡Al propio Nelson Mandela!! (ver penúltimo tweet, abajo). Esto sí que es un gran ejemplo de cómo manipular la realidad para que tu ideología no sufra.

En definitiva, era sólo una reflexión. ¿Cómo pueden vivir (intelectualmente) con estas inconsistencias? ¿Serán conscientes de ellas?



Sólo algunos ejemplos de este debate encontrados en Twitter:











Descanse en paz Nelson Mandela.

jueves, 24 de octubre de 2013

Loophole4all o cómo evadir impuestos como las grandes multinacionales

Si no podemos acabar con el desfalco, ¿por qué no democratizarlo?



Si no podemos evitar que las grandes corporaciones se escondan en las Islas Caimanes para evadir impuestos, todos necesitaremos convertirnos en piratas” Paolo Cirio.

Estamos hartos de leer informaciones sobre cómo las grandes empresas se las apañan sin demasiado esfuerzo para evadir impuestos legal o ilegalmente en aquellos países donde desarrollan sus negocios. Los departamentos jurídicos y fiscales de las grandes multinacionales se han convertido en el hogar de expertos en evasión fiscal. A través de entramados de sociedades, testaferros y argucias legales varias, muchas grandes compañías ahorran miles de millones en lo que parece una práctica totalmente habitual y aceptada por la gran mayoría de los estados occidentales.

Las legislaciones de los países son mucho más laxas ante los grandes volúmenes de capital fugados que ante la gran mayoría de pequeños contribuyentes. Y esto, evidentemente, cabrea al ciudadano de a pie puesto que indirectamente ve afectada su economía. Aunque a la vez, sabe que poco o nada puede hacer al respecto.


Quienes pueden y deben hacer algo, las autoridades políticas, por lo general no se atreven a llevar la contraria a las grandes corporaciones que actúan en sus fronteras. O más bien ni se lo plantean, movidos en muchas ocasiones por intereses personales. Y ello, aún sabiendo que el esfuerzo de los ingresos que el Estado no cobra de estas empresas acaba recayendo sobre los pequeños y medianos negocios y el ciudadano asalariado medio. Y claro, a estos últimos es más fácil apretarles, y aunque se quejan más, parece que sus reclamaciones no tienen tanto efecto como las de los grandes lobbies.


Localización de los refugios fiscales en el mundo [Fuente: Grant Thornton]

La difícil situación económica que sufren la gran mayoría de países desarrollados hace que el foco se vaya centrando cada vez más en estas evasiones de capital. A pesar de la presión mediática, no parece que se quiera avanzar en el terreno político para perseguir los paraísos fiscales y el secreto bancario. El enésimo intento de acuerdo entre las grandes potencias parece que volverá a quedar reducido a palabrería disfrazada de buenas intenciones.

En este contexto, lleva meses funcionando una web que ofrece la posibilidad de luchar contra la injusticia fiscal a la vez que aporta una buena dosis de provocación. La web en cuestión es loophole4all.com (atajo o trampa para todos) y es una creación del artista  italiano Paolo Cirio. La idea es la de permitir a cualquier persona evadir impuestos a través de compañías localizadas en paraísos fiscales, y de esta manera denunciar la injusticia que supone la existencia de estos lugares. Si no puedes acabar con el desfalco, ¿por qué no democratizarlo?

Loophole 4 All, una “obra de arte política”, tal y como la define el artista, es concebida inicialmente como forma de presión política para llamar la atención de manera trasgresora sobre las paradojas de los sistemas fiscales actuales.


 ¿Cuál es su funcionamiento?


“Para aquella gente que no quiera mantener a sus ricos”, la web ofrece la posibilidad de “secuestrar” la identidad de una empresa localizada en las Islas Caimán, aprovechándose del anonimato que proporcionan los paraísos fiscales. La intención de Paolo Cirio es la de extender este servicio a otros paraísos como Seychelles o Bermudas. Según explica el artista, consiguió hacerse con datos de más de 200.000 compañías alojadas en las Caimán, y se puede hacer uso de la identidad y datos de cada una de ellas para facturar e incluso para llevar a cabo negociaciones en nombre de esta empresa.

Por un precio que lo hace accesible a todo el mundo, 99 céntimos de dólar, podemos obtener una copia digital de un certificado falsificado de la empresa que elijas, y de esta manera sustraer su identidad. También es posible solicitar una copia impresa o firmada por el artista, e incluso obtener una cuenta de correo localizada en las Islas Caimán, todo ello por unos precios muy asequibles y de una manera totalmente anónima.

La estrategia consiste en aprovecharse de los vacíos en el sistema legal para animar a los ciudadanos a defraudar a sus estados, esconder dinero y deudas, y salir indemnes tal y como hacen muchas grandes corporaciones de todo el mundo. Esto es posible gracias a un exhaustivo estudio sobre las particularidades legales de estos refugios fiscales.



El sistema funciona de la siguiente manera:

  • Eliges la compañía de la que quieras “tomar prestada” su identidad.
  • Introduces tu información de contacto. Es suficiente con un correo electrónico, aunque puedes contratar direcciones anónimas en el paraíso fiscal, y que se te redirija a cualquier sitio de manera completamente confidencial.
  • En función del servicio que requieras eliges uno de los paquetes que ofrece Loophole 4 All.
  • Puedes comenzar a facturar usando los datos de tu compañía “secuestrada”. A las autoridades tributarias les puedes presentar el certificado, el número de identificación fiscal y la dirección adquirida en la web. De cara a las autoridades, toda la información será correcta, y si investigan los datos de la compañía, nadie puede tener a acceso a tu identidad o a la de los verdaderos dueños al estar alojada en un paraíso fiscal.



¿Es legal este proyecto? ¿Tendremos que abrirnos una cuenta bancaria en las Islas Caimán?


“Todo es rigurosamente anónimo, así que por una vez he utilizado esta opacidad en beneficio de todos, ya que paradójicamente es posible robar una identidad anónima permaneciendo anónimo. No es sólo una provocación. Si alguien quiere, puede usar este certificado para facturar” Paolo Cirio

Evidentemente, evadir impuestos con una compañía situada en un paraíso fiscal es legal en todo el mundo. También es totalmente legal tener el certificado y no usarlo. El robo de la identidad de una compañía registrada en las Caimán, sólo es ilegal en su territorio, y de acuerdo con la web, sus órdenes judiciales no tienen credibilidad internacionalmente.

Certificado emitido por la web Loophole 4 All
Puesto que los dueños de la compañía son completamente anónimos, el certificado incluso tendría posibilidades de ser aceptado como documentación válida a la hora de retirar dinero en bancos situados en el paraíso fiscal. En cualquier caso, aclara, que el proyecto nace como una forma de protesta, y que hacer uso de esta documentación para llevar a cabo operaciones de dudosa legalidad distintas de las indicadas, puede atraer la atención de la Interpol. Como alternativa de protesta, se propone enviar el certificado por correo a los responsables de los organismos tributarios del país en el que vivas como forma de presión política.

Si decides hacer uso de la identidad robada, no será necesario tener una cuenta en un banco dentro del paraíso fiscal. Será suficiente con tu propia cuenta bancaria. El certificado te permite declarar los beneficios a través del número fiscal de la compañía elegida, y de esta manera pagar impuestos en las Islas Caimán en lugar de en tu propio estado. El dinero por tanto, jamás pasa por el paraíso fiscal. Toda la operación se basa en una documentación, tal y como proceden las empresas que evaden impuestos.


¿Cuáles son las razones que llevaron a Paolo Cirio a desarrollar este proyecto?


“Levantar el misterio sobre el funcionamiento de los paraísos fiscales como las Caimán o las Seychelles es una forma de denuncia y presión, para pedir más transparencia y leyes que impidan estas prácticas” Paolo Cirio.

Como señalábamos antes, la evasión fiscal es una práctica muy extendida en compañías de todo el mundo, y el perjuicio ocasionado por estas prácticas legales en las arcas del estado, recae en la ciudadanía. Hartos de observar este fraude sistemático sin tener capacidad de reacción, Paolo Cirio se documentó y consultó a diferentes especialistas en políticas fiscales las razones del inmovilismo por parte de las fuerzas políticas a la hora de resolver este problema, así como las posibilidades de combatirlo.

En el siguiente video podemos ver algunos fragmentos de entrevistas que explican el panorama fiscal internacional a día de hoy.



Según los datos recopilados por Paolo Cirio, el 98% de los 100 principales valores de la Bolsa de Londres hacen uso de paraísos fiscales (muchos de estos paraísos están controlados por Reino Unido). En el caso de Estados Unidos, el 83% de las 100 mayores empresas los utilizan. Y es una tendencia creciente también en los países en vías de desarrollo. El informe Illicit Financial Flows from Developing Countries (Flujos Financieros Ilícitos en Países en Vías de Desarrollo) de diciembre de 2012 cuantifica que entre 2001 y 2010 estas naciones han sufrido pérdidas de casi 6 billones de dólares (un 6 seguido de 12 ceros) debido a prácticas fiscales irregulares.

La web cita algunos nombres de empresas multimillonarias que pagan impuestos sobre tan sólo el 10% de sus beneficios, como pueden ser Coca-Cola, Intel, Apple, Ford, General Electrics, Google, Facebook, Amazon, Wal-Mart, Vodafone, Pfizer, Starbucks, y muchos más. También encontramos varios de los bancos estadounidenses y británicos más importantes: Bank of America, Goldman Sachs, JPMorgan, HSBC, Barclays, Lloyd’s, entre otros.

Captura de pantalla de la web Loophole 4 All

Además de para evadir y esconder dinero, los paraísos fiscales también son utilizados para un amplio abanico de actividades ilícitas. Algunas de las que describen los expertos consultados por el artista, son:

  • Esconder productos financieros tóxicos, lo que se ha llamado “Sistema Bancario en la Sombra”, que en 2011 acrecentó las pérdidas de la crisis financiera en 67 billones de dólares.
  • Manipulación de los precios, técnicamente conocido como Precio de Transferencia. Muchas multinacionales compran y declaran esta compra en su sede oficial, y se valen de sus filiales offshore para vender el producto con un margen mínimo y que la venta al público se facture desde el paraíso fiscal. Con estos consiguen declarar gastos en países con alta carga impositiva, y beneficios en otros con carga impositiva prácticamente nula.
  • Patentar y registrar marcas o propiedad intelectual en estos paraísos para evitar impuestos.
  • Esconder capital, grandes deudas o malas inversiones.
  • Lavado de dinero y pagos en negro. Mucha de la corrupción política más sofisticada se sirve de estos métodos.
  • Manipular activos fingiendo pérdidas, para especular por otro lado desde sus sedes “onshore” y obtener beneficios.
  • Declarar una empresa insolvente sin ningún tipo de consecuencia ni responsabilidad.
  • Monopolizar segmentos de mercado a través de varias empresas sin que se sepa que pertenecen al mismo dueño.
  • Obtener seguros para operaciones de riesgo, así como licencias farmacéuticas y químicas para productos peligrosos.
  • Sirve de refugio a los “fondos buitre” o de capital riesgo.
  • Dar cobijo a centros de datos o información virtuales no respaldados por la ley en otros países.


Bloqueo de PayPal


A las pocas semanas de funcionamiento (la web salió a la luz a principios de 2013), Loophole4all.com ha tenido que hacer frente a su primer gran escollo en el camino. PayPal le ha bloqueado la cuenta por lo que por el momento no puede realizar transacciones. A pesar de todo, hasta ese momento ya habían tenido un tráfico bastante abundante y emitido un número considerable de certificados, los cuales han llegado sin problema a los clientes que efectuaron la compra.

El artista Paolo Cirio
PayPal se defiende remitiéndose a su norma de no propiciar ningún acto delictivo o ilegal a través de su plataforma. No se hizo esperar la respuesta del artista, señalando que precisamente la crítica de su proyecto consiste en que no está cometiendo ninguna ilegalidad, a la vez que llama la atención sobre un dato: PayPal (Ebay Inc.) está localizada en Luxemburgo, y según sus cálculos, ha generado evasiones de capital en distintas partes del mundo por valor de 154.000 millones de dólares.

A pesar del bloqueo de PayPal, el impacto mediático de la web ha sido considerable, dejando al descubierto muchas de las contradicciones que suponen la existencia de estos refugios fiscales y la connivencia de los estados con la manera de funcionar de muchas grandes empresas.

Se puede decir que uno de los mayores éxitos de este proyecto ha sido el de poner el foco en unas prácticas ilícitas que suelen pasar desapercibidas. El componente mediático es fundamental para impulsar la lucha contra este tipo de fraudes, que instituciones como por ejemplo Tax Justice Network, Tackle Tax HavensRobin Hood TaxEuropean Network on Debt and Development o Global Financial Integrity, llevan combatiendo desde hace años.

Foto de portada: mon3y.us










sábado, 5 de octubre de 2013

El techo de deuda y la intervención en Siria

¿Cómo pretende financiar Estados Unidos una posible intervención?




La posible intervención de EE.UU. en Siria, que parecía inminente hasta hace unas semanas, se ha convertido en un tema de obligado análisis.

A pesar de las dudas expuestas por algunas personalidades como el profesor y politólogo belga Pierre Piccinin sobre la autoría del ataque con agentes químicos, y pese a la aceptación por parte del gobierno sirio de la propuesta de Rusia de poner su armamento químico bajo control internacional, parecía que la decisión por parte de EE.UU. ya estaba tomada, y era cuestión de tiempo que Siria fuese atacada.



La propuesta se ha materializado en una resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 27 de septiembre. Esta resolución reafirma “que la proliferación de las armas químicas [...] constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacionales”, y establece la obligación por parte de Siria de colaborar con la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para la localización y pronta destrucción del arsenal químico sirio.
La resolución deja patente la indignación internacional por el uso de armas químicas el 21 de agosto de 2013, y subraya que si existen denuncias creíbles de uso de armas químicas en un futuro, serán investigadas. Se suscribe el acuerdo de la OPAQ para destruir tanto el arsenal como el proyecto de armamento químico sirio de la manera más rápida y segura posible, y que todo ello pueda ser estrictamente verificado.
El incumplimiento de estos términos conllevará la aplicación de medidas amparadas en el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, el cual defiende la intervención militar, siempre y cuando otros tipos de presiones, como bloqueos comerciales, de comunicación o transportes, no resulten efectivos.

Finalmente, contra todo pronóstico, EE.UU. ha aceptado el plan de desarme consensuado en la ONU, aunque se reserva la potestad para intervenir militarmente en Siria si no observan avances significativos.

¿Podemos confiar en que se cumpla este acuerdo?


El movimiento del Kremlin pilló desprevenido al gobierno estadounidense y no ha tenido más remedio que ceder a la presión y aceptar el acuerdo, aunque imponiendo una serie de condiciones de tiempo y forma para la entrega del armamento. La pregunta que nos hacemos muchos es si, además de este acuerdo, la oposición de Rusia al ataque norteamericano será suficiente para evitarlo.
Para EE.UU. el compromiso de Siria de poner a disposición de la ONU todo su armamento químico representa un escollo en sus planes más que una oportunidad de paz.
De hecho, la propuesta rusa, fue posible gracias a una tremenda metedura de pata de John Kerry. Ante la pregunta de una periodista de la CBS ‘¿Y Asad ya no puede hacer nada para evitar el ataque?’, Kerry responde entre socarrón e ingenuo: ‘Bueno, pueden entregar hasta el último gramo de su arsenal químico a la comunidad internacional. Pero no lo va a hacer, ni tampoco se puede hacer, obviamente’.
Lo que fue un simple “recurso retórico” de cara a la galería, fue recogido como una propuesta válida por el Ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, y aceptada de inmediato por el gobierno sirio.
China parece no importarle demasiado los movimientos de EE.UU. en Oriente Medio, puede que por el fracaso de intervenciones anteriores. Visto el gran desembolso económico que supuso Afganistán, que no cambió ostensiblemente la posición de EE.UU. en la zona, y tampoco consiguieron el control del territorio para construir el tan anhelado (por las empresas norteamericanas) oleoducto del Mar Caspio al Océano Índico, quizá China haya preferido no oponerse frontalmente por ahora a una intervención. Aunque ha expresado públicamente su desacuerdo.

Dmitry Medvedev en Siria (2010) [Foto: Kremlin.ru]
Pero Rusia parece que se mostrará menos flexible. Entre otras cosas, porque tiene intereses vitales en Siria que la caída de Bashar al Asad pondría en peligro. Irán es el tercer principal opositor a la intervención, y lleva proveyendo de armamento al gobierno sirio desde el comienzo del conflicto.

A pesar de estas y otras oposiciones (muchas desde dentro de EE.UU.), el anuncio por parte de Kerry de “consecuencias” si Siria no cumple y la beligerante posición de Reino Unido y Francia, nos hace pensar que lamaquinaria de guerra estadounidense puede que todavía no se haya resignado a parar.

Y llegado el momento de un hipotético ataque, surgen algunas cuestiones más sin resolver. Veamos. A la hora de sopesar una intervención de este calibre, con las desestabilizadoras consecuencias que suelen arrastrar, hay que tener en cuenta todos los factores que entran en juego. Y un análisis que hemos visto en muy contadas ocasiones, pero que es de importancia capital para los hechos que puedan suceder, es la dimensión económica de una operación de este estilo.

El dispendio de una posible intervención y el techo de deuda


En un contexto de aparente normalidad económica tras el crack financiero del 2008, la realidad es que Estados Unidos nunca ha estado más endeudado en su historia y que ya subió el techo de deuda tras un duro debate entre republicanos y demócratas en el Congreso hace tan sólo 2 años.
Si el Departamento del Tesoro no es capaz de recoger la suficiente cantidad de dinero para pagar los gastos del gobierno federal, este puede ser autorizado por el Congreso a endeudarse, es decir, a pedir dinero para pagar el déficit del presupuesto federal. Antes de 1917, el Congreso autorizaba al Tesoro cada vez que éste necesitaba pedir dinero, pero es a partir de la Primera Guerra Mundial cuando el Congreso crea la figura de “techo de deuda”. Desde entonces el Tesoro puede tomar prestado la cantidad que requiera hasta un techo de gasto, una cantidad fija (salvo algunas excepciones contadas). Para cambiar esa cifra máxima de endeudamiento el Departamento del Tesoro tiene que pedir al Congreso un cambio de legislación y el Presidente tiene que ratificarla y convertirla en ley. (Fuente: Wikipedia)
Techo de deuda EE.UU. [Fuente: MartinD Wikimedia Commons]
Teniendo en cuenta el nivel de gasto actual, EE.UU. tiene todas las papeletas para llegar a su techo de deuda a mediados de octubre de este año. Al menos eso es lo que sostiene un documento del Departamento de Tesorería del 26 de agosto. No es que haya pillado a nadie desprevenido, pero no se esperaba al menos hasta 2014.

La situación parece cuanto menos, paradójica. En un momento de gasto desbocado, en el que desde todos los puntos de vista financieros, EE.UU. está excesivamente endeudado, resulta curioso que se piense en empezar una guerra, que por muy “limitada” que intenten llevarla a cabo, nunca pueden controlar sus consecuencias y el dispendio que realmente ocasionará un conflicto de este tipo.
“EE.UU. es el país más endeudado en la historia de la humanidad” Jim Rogers
En esta tesitura la pregunta es clara: ¿de dónde sacaría EE.UU. los fondos para financiar esta guerra?
Existe una respuesta también evidente: se vuelve a elevar el techo de deuda y la Reserva Federal imprime más dinero, es decir, la misma jugada que hace un par de años. De hecho, el gobierno estadounidense ya se ha movido en esa dirección. Pero existen varios problemas para que esto suceda. El primero es que a día de hoy, el acuerdo entre republicanos y demócratas necesario para subir el techo de deuda, está muy lejano. Más todavía cuando el reciente desacuerdo entre los dos partidos para la probación de los presupuestos ha provocado un cierre parcial del Gobierno.

Y aun alcanzando un hipotético acuerdo, muchas voces críticas con la política económica estadounidense, llevan años desaconsejando seguir con el nivel de endeudamiento actual debido al alto riesgo de quiebra.
Junto al gran problema de la deuda, que no deja de atormentar a la administración Obama, se han de tener en cuenta otros factores, como la bolsa. Tanto un posible desacuerdo en torno al techo de deuda, como la propia intervención en Siria, previsiblemente provocarían grandes caídas en bolsa, como ya ha sucedido en alguna ocasión. Los inversores temen que EE.UU. no pueda devolver el dinero que se le ha prestado si no se llega a un acuerdo sobre el techo de deuda, y tampoco verían con bueno ojos la intervención militar por la posible subida del precio del petróleo.

La industria armamentística y el control geopolítico de la zona


A priori, las consecuencias económicas de involucrase en este conflicto no parecen halagüeñas para EE.UU. ¿qué otras razones pueden llevarlo a intervenir en Siria?
Soldado sirio [Foto: Wikimedia Commons]
EE.UU. esgrime razones humanitarias. El uso de armas químicas está prohibido por el derecho internacional, y se busca una intervención inmediata sin apenas bajas que derroque a Bashar al-Assad. El planteamiento, de tan excesivamente optimista, cae en la candidez. Por no mencionar la cuestionable legitimidad de este argumento, ya que EE.UU. es el país que con más frecuencia ha utilizado armamento químico y bacteriológico en los conflictos armados. Es por ello por lo que hay quien se inclina más a pensar que existen causas económicas de importancia para que se decida derrocar al gobierno sirio precisamente ahora, tras décadas de apoyo diplomático y dos años de guerra civil.
Sabemos el enorme negocio que representa la industria armamentística para EE.UU. Como muestra, señalar que de las diez compañías que más armas producen a nivel global, ocho son estadounidenses, según el Informe Sipri de gasto militar. EE.UU. gasta en su Fuerzas Armadas más que los 13 países que le siguen por nivel de gasto militar juntos. El gasto militar de EE.UU. alcanza aproximadamente el 20% del presupuesto federal, lo que nos puede hacer una idea del peso que la industria armamentística tiene en la economía estadounidense. Sin duda, reactivar este sector es importante para su economía, al igual que empresas constructoras y contratistas de todo tipo se ven beneficiadas por este tipo de intervenciones militares.
Despegue de un caza F/A-18F Super Hornet [Foto: DVIDSHUB Flickr Account]
Pero si es este el camino que va a seguir EE.UU. – sobreendeudar el estado para reactivar sectores económicos privados – la estrategia se revela claramente insostenible. Es una vieja maniobra de intervención de los estados, sobre todo en periodos de recesión como el actual. El problema es que, para que funcione, tiene que existir una retroalimentación en forma de impuestos, y la ‘moda’ por parte de los políticos (occidentales, no sólo estadounidenses) pasa por beneficiar a las grandes compañías mediante preferencia en la contratación, y exenciones de impuestos. Sobre el pequeño contribuyente recae casi toda la presión fiscal, mientras estas ‘inversiones’ de dinero público no representan ningún beneficio para ellos.
En resumen, no queda claro cómo financiaría EE.UU. una hipotética intervención en Siria, aunque por otra parte, las características de su economía lo convierten casi en una necesidad, por lo que me inclino a pensar que probablemente se lleve a cabo de todas formas, y el desembolso se intente rentabilizar más a largo plazo, entre otras cosas, mediante el control estratégico de un territorio clave como es Siria.
Se puede pretender reactivar la industria y con ello de paso reducir el paro, además de asegurar cuantiosas donaciones a los demócratas de cara a las siguientes elecciones, pero todo ello a costa de endeudarse hasta límites desconocidos (y con consecuencias también inéditas y probablemente nefasta para su economía y la del resto del mundo). Al margen, por supuesto, de las terribles consecuencias humanas de una intervención militar de estas características.


Foto de portada: Negociación sobre el déficit y el techo de deuda, 13 de julio de 2011.  whitehouse.gov 

Publicado originalmente en United Explanations el 3 de octubre de 2013.